Hace unos días compartieron conmigo este link http://news.therecord.com/article/354201. El artículo habla acerca de un invento de un estudiante de un colegio en Canada que podría solventar el importante problema de contaminación que estamos viviendo. Daniel Burd quien cursaba el onceavo grado (en el año 2008), logró descomponer el plástico en un 43% en tan solo seis semanas.
Como todos sabemos el plástico es un material que dura muchísimo tiempo en descomponerse y es uno de los principales desechos humanos que contaminan el medio ambiente. La idea de Burd le vino a la mente ya que si el plástico se descompone eventualmente (aunque dure mucho) entonces es porque hay un microorganismo responsable de este proceso. Se le ocurrió que si identificaba esos microorganismos y las condiciones óptimas necesarias, podría acelerar el proceso. Así fue como Burd después de mucho trabajo encontró las condiciones y los microorganismos necesarios para lograrlo. Al cabo de 6 semanas, y a una temperatura de 37 grados y con la concentración óptima de bacteria, el 43% de la muestra de plástico había sido consumido. Daniel participó con este proyecto en la Canada-Wide Science Fair (feria científica de Canadá) y ganó el primer lugar junto con $10.000 y una beca de $20.000.
Es impresionante ver como alguien tan joven que normalmente estaría pensando en cosas menos importantes en plena adolescencia, tenga una conciencia tan fuerte acerca del problema que estamos viviendo. Por años de años los científicos han tratado de descifrar la manera de agilizar el proceso descomponer el plástico para reducir el impacto ambiental que este tiene a la hora de ser desechado. Burden es un gran ejemplo para todos, el ejemplo es el de hacer y no sólo hablar. Hay que actuar y éste sin duda alguna es un paso enorme hacia un mejor mundo. La gente está muy mal informada acerca de la manera correcta de reciclar, no sabemos qué no se puede reciclar y que sí, tampoco sabemos dónde llevarlo ni cómo hacerlo. Es por eso que hay que investigar e informarnos y educarnos en esta cuestión que nos afecta a todos y en un futuro a nuestros hijos en mayor escala. No nos quedemos de brazos cruzados y hagamos algo por el daño que hemos hecho, tal vez no todos seamos científicos pero podemos empezar por reciclar nuestros propios desechos y utilizar los materiales de manera responsable, moderada y consciente.
Como todos sabemos el plástico es un material que dura muchísimo tiempo en descomponerse y es uno de los principales desechos humanos que contaminan el medio ambiente. La idea de Burd le vino a la mente ya que si el plástico se descompone eventualmente (aunque dure mucho) entonces es porque hay un microorganismo responsable de este proceso. Se le ocurrió que si identificaba esos microorganismos y las condiciones óptimas necesarias, podría acelerar el proceso. Así fue como Burd después de mucho trabajo encontró las condiciones y los microorganismos necesarios para lograrlo. Al cabo de 6 semanas, y a una temperatura de 37 grados y con la concentración óptima de bacteria, el 43% de la muestra de plástico había sido consumido. Daniel participó con este proyecto en la Canada-Wide Science Fair (feria científica de Canadá) y ganó el primer lugar junto con $10.000 y una beca de $20.000.
Es impresionante ver como alguien tan joven que normalmente estaría pensando en cosas menos importantes en plena adolescencia, tenga una conciencia tan fuerte acerca del problema que estamos viviendo. Por años de años los científicos han tratado de descifrar la manera de agilizar el proceso descomponer el plástico para reducir el impacto ambiental que este tiene a la hora de ser desechado. Burden es un gran ejemplo para todos, el ejemplo es el de hacer y no sólo hablar. Hay que actuar y éste sin duda alguna es un paso enorme hacia un mejor mundo. La gente está muy mal informada acerca de la manera correcta de reciclar, no sabemos qué no se puede reciclar y que sí, tampoco sabemos dónde llevarlo ni cómo hacerlo. Es por eso que hay que investigar e informarnos y educarnos en esta cuestión que nos afecta a todos y en un futuro a nuestros hijos en mayor escala. No nos quedemos de brazos cruzados y hagamos algo por el daño que hemos hecho, tal vez no todos seamos científicos pero podemos empezar por reciclar nuestros propios desechos y utilizar los materiales de manera responsable, moderada y consciente.
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